La subida del precio del gas, y con ello del precio de la energía, ha obligado a la administración a invertir tiempo y recursos en parar el golpe. Sin embargo, se trata de una buena noticia, ya que, atendiendo lo urgente, no se ha descuidado ni perdido el foco en lo importante: mantener e incluso potenciar nuestra apuesta de España para ser el mayor generador de energía limpia de Europa. Tenemos viento, tenemos irradiación, pero, sobre todo, tenemos terrenos poco fértiles, suficientes para que el despliegue de estas energías no ponga en riesgo las formas de vida prexistentes, aquellas que viven de la agricultura especialmente.
En este contexto, el almacenamiento con baterías es la condición necesaria para el despliegue renovable. La razón es sencilla: no podemos gestionar un sistema eléctrico con 80 GW de generación renovable sin poner en grave riesgo la estabilidad de la red eléctrica y la garantía y calidad del suministro. Además, el almacenamiento conlleva tres grandes ventajas estructurales para el país: desarrollo de nuevas tecnologías de alto valor añadido, para las que España cuenta con excelentes profesionales y centros de investigación; oportunidad histórica para nuestro tejido industrial, lo que, además de reducir la dependencia de terceros países, generaría muchos puestos de trabajo cualificados, de calidad y larga duración; y, no menos importante, España podrá ofrecer precios de la energía muy competitivos (entre 40 y 50€ MWh, menores que en países vecinos) para atraer industria europea que encontrará en España, además, excelentes infraestructuras y buenos profesionales.
Qué necesita el almacenamiento con baterías para su despliegue
El despliegue de las baterías tiene como referente una estrategia claramente desarrollada por el MITERD que, sin embargo, necesita en los próximos 12 meses acelerar su regulación definitiva, especialmente en tres apartados:
· Clarificar lo qué puede hacer y qué no puede hacer una batería conectada a la red.
· Definir los procesos de tramitación administrativa, con especial énfasis en los medioambientales.
· Consolidación de los modelos de ingresos que permitan hacer viables económicamente las baterías, con especial foco en el desarrollo del Mecanismo de Capacidad, seguramente la mejor “aceleradora” de proyectos de almacenamiento posible, como se ha demostrado en países como Italia o Francia.
En todo caso, es una gran noticia saber que la apuesta de todos los órganos reguladores, desde MITECO y MINCOTUR a CNMC, así como de REE, el operador del sistema, es decidida y llamada a ser rápida, aunque todos sabemos que no es una tarea sencilla porque la arquitectura de nuestro tejido eléctrico es compleja y retocar aspectos tan fundamentales tiene que hacerse con las debidas cautelas. Y en esta tarea es deber de todos “arrimar el hombro” para enriquecer el debate y encontrar soluciones óptimas a problemas complejos, actividad que asociaciones como AELEC o AEPIBAL realizan con decisión y por la que debemos estar muy agradecidos.