La energía eólica se ha consolidado como una de las principales fuentes de energía renovable en España. La geografía favorable del país ha permitido una gestión eficiente de los recursos naturales, posicionándonos como líderes potenciales en el mercado europeo. El compromiso de cumplir con los objetivos europeos de descarbonización y el PNIEC están impulsando el crecimiento de las energías renovables. En 2023, la energía eólica se erigió como la principal fuente de generación eléctrica en España, produciendo más de 61.000 GWh.
Las inversiones en infraestructura eólica en España nos han colocado en segunda posición en cuanto a capacidad de potencia en Europa. Con 31.028 MW en 2023, albergamos mayor capacidad que otros países europeos como Reino Unido (30.215 MW) o Francia (22.196 MW), segundos y terceros en la lista, y solo superados por Alemania con 69.459 MW. Por otra parte, si atendemos a la potencia eólica instalada nos situamos en quinto lugar, por detrás de China, EEUU, Alemania e India.
Durante el último año, Europa incrementó su capacidad eólica en 18.3 GW, de los cuales España añadió aproximadamente 0.75 GW, situándose en la octava posición en cuanto a nueva capacidad. Sin embargo, para cumplir con los objetivos climáticos y energéticos europeos, es esencial aumentar este ritmo de crecimiento hasta los 33 GW anuales. Esto requiere una planificación adecuada por parte de las instituciones europeas y españolas para facilitar la construcción de nuevos parques eólicos y la modernización de las existentes, muchas de las cuales tienen más de 15 años.
Energía Eólica como respuesta
La electrificación de industrias, como la del transporte, dependen de una oferta eléctrica robusta. Por ello, el impulso a las energías renovables es crucial para satisfacer estas necesidades. En 2023, la generación eólica en España cubrió el 27% de la demanda eléctrica, asegurando que más de una cuarta parte de la energía producida fuese de origen renovable. Combinada con otras fuentes renovables, se cubrió casi el 55% de la demanda.
La industria eólica no solo contribuye significativamente a la seguridad energética, sino que también genera beneficios económicos y medioambientales, habiendo evitado la emisión de 32 millones de toneladas de CO2 hasta la fecha.

El futuro de la energía eólica
Para 2030, se espera que España aumente su capacidad eólica en 16 GW, manteniéndose como el segundo mercado europeo en capacidad eólica, después de Alemania. La Agencia Internacional de Energía proyecta que las energías renovables constituirán el 90% de los 2,519 TWh añadidos a nivel mundial entre 2022 y 2025. Para alcanzar estos objetivos, es esencial invertir en infraestructura, colaborar con los gobiernos para la aprobación y financiación de proyectos, y modernizar y expandir la red eléctrica, garantizando así el aprovechamiento óptimo de la producción y la conectividad necesarias para satisfacer la creciente demanda.
La transición hacia una matriz energética basada en fuentes renovables no es solo una necesidad ambiental, sino una oportunidad económica y tecnológica que debemos aprovechar como país. Las políticas de apoyo, la colaboración público-privada y la innovación tecnológica serán fundamentales para acelerar esta transición.
El viento, como recurso abundante y renovable, tiene el potencial de transformar nuestro sistema energético. Estamos comprometidos con el impulso a estas transformaciones, apoyando proyectos que no solo aumenten la capacidad instalada, sino que también integren soluciones avanzadas de almacenamiento y gestión de la energía. Juntos, podemos garantizar un futuro eléctrico limpio, seguro y próspero para todos.