La incertidumbre que atraviesa el sector energético actualmente, provocado por la posibilidad de que cese el suministro de gas y petróleo proveniente de Rusia, arroja un escenario en el que los estados deben planificar el futuro del sector, el suministro y la distribución de la energía. Las renovables, que desde hace años llevan acaparando mucho protagonismo como solución para la descarbonización de las economías mundiales, ahora cobra una mayor relevancia al ser un actor fundamental en el objetivo no solo de alcanzar la descarbonización, sino para poder romper la dependencia energética con Rusia de la forma más sostenible y menos perjudicial posible.
Para analizar la situación que atraviesan las energías renovables, cada año se publica el Informe sobre el Estado Global de las Energías Renovables, elaborado por el REN21, un comité de expertos que se centra en la política de energía renovables y análisis del mismo. Se trata de uno de los informes más prestigiosos y valorados en materia de energías renovables, y la edición de 2022 deja en muy buen lugar a España en materia de capacidad energética renovable.
El Informe afirma que España goza de una posición privilegiada, situándose como el octavo país del mundo en capacidad total de energía renovable y se coloca líder en energía eólica y solar fotovoltaica. Algunos de los datos que refrendan estas afirmaciones son los 28,2 GW de capacidad eólica total de la que dispone España, solo superada por Alemania. También destaca el incremento de 4,9 GW de capacidad de energía fotovoltaica que alcanzó el país en 2021, siendo así el año con el mayor crecimiento de fotovoltaica de la historia. Con todo y con eso, el dato más esclarecedor es que solamente la capacidad española en renovables ya representa el 3% de la capacidad total mundial.
La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, valoró estas cifras en la Feria GENERA 2022 que se celebró en IFEMA, afirmando que son unos datos que reflejan el gran trabajo que lleva realizando el país en esta materia desde hace años, anticipándose a las necesidades de la sociedad y apostando por la descarbonización. Además, reiteró que dicha apuesta sigue firme, anunciando un plan de inversión de 6,9 billones de euros en energías renovables y tecnologías relacionadas, incluyendo hidrógeno verde, almacenamiento energético y movilidad eléctrica.
Los datos españoles sirven para atisbar un futuro esperanzador, al igual que con las cifras a nivel mundial. La inversión en energía y combustibles renovables aumentó por cuarto año consecutivo, alcanzando los 366.000 millones de dólares, y se logró un aumento récord en la generación mundial de electricidad renovable, proporcionando más del 10% de la electricidad mundial por primera vez en la historia.
A pesar de la ralentización que puede experimentar el desarrollo e instalación de energía renovable por la crisis energética con Rusia, que ya está provocando que se aumente el uso de combustibles fósiles, se debe procurar que sea un escollo puntual, buscar remedio a los problemas que puede generar en el corto y medio plazo, pero que no frene el progreso imparable que se estaba consiguiendo, apuntando a un futuro dentro de varias décadas donde se puede aspirar, de verdad, a tener economías absolutamente descarbonizadas y con cero emisiones.