La reciente aprobación del plan REPowerEU marca el camino de lo que, sin duda, ha de ser la estrategia energética europea de cara a los próximos años; una estrategia que se apoyará en dos grandes pilares: la apuesta por las energías renovables y la reducción de la dependencia energética exterior. Estas son las prioridades que la Comisión Europea ha plasmado en este plan y que apuntan directamente a un gran objetivo común: construir una Europa más sostenible, más fuerte, más unida, más sólida y más respetada.
Y es que si algo hemos aprendido en los últimos meses es que nuestra dependencia energética nos puede llegar a situar en una grave situación de vulnerabilidad, tal y como ha quedado demostrado con la invasión de Ucrania. En una Unión Europea en la que el 45,3% del gas natural procede de Rusia, no es de extrañar que nuestra capacidad de decisión y actuación se vea limitada ante desafíos geopolíticos como el de la citada invasión. A esto debemos sumarle un escenario de gran volatilidad, en el que el aumento descontrolado del precio del gas, que se ha hecho notar en la factura de los consumidores, ha puesto en jaque el modelo energético de los países miembro.
Ante un contexto tan retador, es importante ofrecer una respuesta conjunta, coordinada y decidida a nivel europeo. Y esta respuesta, que se ha materializado en el plan REPowerEU, debe pasar obligatoriamente por las energías renovables, ya que estas energías, además de ser mucho más limpias y sostenibles, son un recurso autóctono, por lo que son una herramienta fundamental para avanzar hacia la descarbonización, hacia la reducción del uso de combustibles fósiles y hacia la ya mencionada independencia energética.
El camino, por tanto, está claro: avanzar hacia un mercado energético europeo interconectado basado en las energías renovables. Para ello, el plan REPowerEU prevé movilizar hasta 300.000 millones de euros de inversión para 2030; una cifra más que notable y que supondrá un importante paso adelante en materia de energías renovables.
De esta manera, empezaremos a construir lo que podríamos llamar un escudo energético europeo, que garantice nuestra independencia y nos proteja ante futuros desafíos geopolíticos y ante la volatilidad del mercado de los combustibles fósiles. Y este es un objetivo que compartimos plenamente tanto aelēc como nuestras empresas socias, las cuales están comprometiendo inversiones de 4.500 millones de euros anuales en energías renovables, redes y en electrificación; una cifra que se sumará a los 300.000 millones de euros del plan REPowerEU en toda Europa para contribuir a electrificar definitivamente nuestra sociedad y a impulsar la eficiencia energética mediante tecnologías como la bomba de calor.
La transición energética es imparable. La apuesta de las energías renovables no solo es fundamental para construir un modelo energético más sostenible, sino que además nos ayudará a contar con una Europa más independiente, fuerte y unida. El sector eléctrico está comprometido con la construcción de este escudo energético europeo, y nuestras compañías serán un verdadero agente del cambio cuya labor ha de verse reforzada por iniciativas como el plan REPowerEU. Todos juntos debemos remar en esta única dirección y ayudar a dar forma a una Europa con plena independencia energética y con un modelo energético más limpio, más sostenible y, por tanto, mejor.
